Se ha terminado eso de no sonreír por complejo: que no nos gustan tus dientes, que tengo una pieza salida, la mandíbula, que no los tengo perfectos… ¡Todo son excusas! Y es que, si no te gustan, ¿por qué no pones solución? Además, gracias a los nuevos avances en la ortodoncia, podemos corregir nuestros dientes sin que apenas lo note el mundo. ¿Sabes a qué nos referimos?
Los ‘brakets’ de toda la vida, ya son historia, porque con el paso del tiempo han aparecido nuevos sistemas de ortodoncia más estéticos e igual de efectivos que los de siempre.
En primer lugar tenemos los brakets de cerámicos que, a diferencia de los convencionales, su color es parecido al de los dientes. Por tanto, a penas se ve que los llevas y casi el mismo ‘braket’ se confunde con el propio diente.
En segundo lugar, tenemos la ortodoncia lingual que utiliza brakets pero se fijan en el interior del diente, es decir que por fuera no se nota nada porque no llevas nada en el exterior del diente, todo el aparato está en el interior, en la parte del paladar.
En tercer lugar, y el último tipo de ortodoncia que han inventado, tenemos el Invisalign. Un sistema de ortodoncia que funciona con fundas transparentes hechas a medida y que van forzando el movimiento del diente. Este tipo, sin lugar a duda, es el más estético que hay hasta el momento pues nos corrige la sonrisa mediante fundas transparentes que se adaptan a nuestros dientes.
Lo dicho, ¡presume de dientes sin que los demás se den cuenta de que llevas ortodoncia! ¿Qué te parece la idea? SONRIE sin complejos con Dental Vallés