La maloclusión dental es lo que ocurre cuando hay un contacto irregular de los dientes al morder. Se produce por una mala alineación de la parte superior e inferior de nuestra dentadura, es decir si los dientes no encajan o ajustan ligeramente bien cuando cerramos la boca es cuando padecemos maloclusión dental. Se produce un desarrollo desigual que puede incluso alterar significativamente la simetría del rostro. Se trata de un problema muy común que afecta a un gran porcentaje de la población y que puede producir desde la sobrecarga en la mandíbula, apiñamiento de las piezas, levantamiento de las encías, hasta otros síntomas como dolores de cabeza, mareos, ruidos en el oído, problemas estéticos, entre otros.
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La maloclusión puede detectarse con un simple examen de la boca a edades muy tempranas, desde que el niño ha completado su dentición temporal. No hay causas claras que originen este problema, ya que pueden afectar diversos factores, desde genéticos hasta ambientales o hábitos adquiridos en el crecimiento. Hay varios tipos de maloclusión dental, en función de la alineación de nuestros dientes, y normalmente parten de una mala posición, adelantada o retrasada, de nuestras primeras líneas morales con respecto a la parte superior o inferior, en cada caso.
¿Cómo tratarla? La maloclusión dental puede corregirse con ortodoncia, lo que suele ser la solución habitual para corregir la alineación de los dientes y así reducir el riesgo de pérdida de alguna pieza. Se pueden utilizar aparatos fijos o removibles. Además también puede aliviar presiones excesivas en la mandíbula. Para casos severos de maloclusión, en ocasiones es necesaria incluso la cirugía para resolver el problema.
Lo importante de este problema es poder detectarlo a tiempo y empezar el tratamiento cuanto antes. Un tratamiento adaptado a las necesidades y el diagnóstico de cada paciente. Y si tienes dudas, en Dental Vallés te asesoramos y te ayudamos para lucir la mejor de las sonrisas.