A lo largo de los años los dientes van perdiendo su color blanco por diversos motivos como por ejemplo el tabaco, beber café, té o vino tinto, los alimentos altamente pigmentados como las cerezas o también por la acumulación de sarro.
Para conseguir unos dientes más blancos en nuestras clínicas utilizamos dos procedimientos distintos dependiendo del grado y el tipo de mancha que hay que tratar. Una vez estudiado el caso de cada paciente, le recomendamos la opción que más le convendrá para lucir una mejor sonrisa.
El Blanqueamiento dental
Como hemos comentado, el esmalte se va tiñendo a base de sustancias colorantes con el paso del tiempo. El blanqueamiento dental consiste en eliminar del esmalte, por medio de sustancias químicas, todas aquellas partículas que alteran su color original devolviendo un color bonito y uniforme a la sonrisa.
Las carillas
Son finas láminas de porcelana, de aproximadamente 0,3-1 mm. de espesor, que se colocan cubriendo toda la superficie anterior de los dientes. Durante su colocación se unen fuertemente al diente por medio de un adhesivo especial y una vez puestas no se pueden retirar a menos que la carilla se rompa.
Se utilizan para enmascarar anomalías del color de los dientes que no pueden tratarse mediante el blanqueamiento convencional. También para disimular alteraciones en el tamaño o forma dentales, dando al diente un aspecto más bonito y perfecto.
