Hoy queremos centrarnos en las diferencias que existen entre la sedación consciente y la anestesia local, dos técnicas que utilizamos en nuestro día a día y que muchas veces causan confusión entre los pacientes. Es por este motivo que hoy vamos a explicar cada una, sus características y sus usos.
Podemos definir la sedación consciente como un estado médico controlado en el que hay una depresión de la conciencia pero en el cual se conservan los reflejos protectores, el control de la respiración y los estímulos verbales o táctiles. Por lo tanto, el paciente se encuentra tranquilo pero en ningún caso dormido y recibe el tratamiento con más comodidad.
Esta sedación consciente se realiza por un anestesiólogo y se administra a través de una vena de la mano. Una vez acabada la intervención se elimina su efecto mediante otros fármacos para que el paciente pueda volver a su casa en perfecto estado pero siempre acompañado. A través de esta técnica conseguimos eliminar la ansiedad o el miedo que a veces genera la visita al dentista.
Por otro lado, utilizamos la anestesia local para anular o disminuir la transmisión nerviosa temporalmente consiguiendo así evitar la sensibilidad del lugar donde se administra para no causar molestias al paciente ni dolor. Existen diferentes tipos y su efecto dura desde 30 minutos hasta 2 horas dependiendo de qué variante se utilice. Tiene numerosas ventajas ya que en menos de 10 minutos conseguimos que inicie su efecto que además es potente, de larga duración y sin acciones adversas.
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