La higiene bucal

Sabías que… ¿una buena higiene bucal puede minimizar tus problemas bucodentales? Cuando de pequeños nos insisten tanto en eso de cepillarnos los dientes, por algo será.

Después de cada comida, es obligatorio cepillarse los dientes. Cada lavado tiene que durar, al menos, 3 minutos y el cepillo tiene que pasar diente por diente, cara por cara: el lado exterior, el interior y el final del diente. Además, también es bueno utilizar hilo dental para eliminar restos de comida interdental que el cepillo, en ocasiones, no elimina. Y podemos rematar el trabajo realizando un enjuague con fluor para acabar con todos esos gérmenes y para asegurarnos de tener una boca 100% limpia.

Y es que si no tenemos una buena limpieza ayudamos a que el sarro que acumule y pueda derivar en periodontitis. Como también, una mala higiene facilita la aparición de caries, dientes picados que acaban en empaste.

En definitiva, una buena higiene dental no sólo es cuestión de verse los dientes limpios y sentir una boca más fresca. Sino que el tener cura de ellos y el mimarlos día a día, puede ahorrarnos otro tipo de disgustos: tanto bucalmente hablando, como económicamente. No te lo pienses y… ¡cuida tu boca, ganarás en salud!

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