¿Cómo detectar y tratar las aftas bucales?

Las aftas bucales, también denominadas úlceras o en lenguaje más técnico, estomatitis aftosa recurrente, hacen referencia a unas lesiones que suelen aparecer tanto en la mucosa oral como labial, además de en otras zonas de la boca, como el paladar, la base de las encías, los bordes de la lengua o la zona interior de los labios Se trata de pequeñas llagas que provocan molestia y dolor. No son contagiosas pero sí suelen aparecer en más de una ocasión y en la misma zona debido a una mala alimentación, el estrés o a una mala higiene dental.

aftas bucales

www.farmaciadelcampanar.com

Esas lesiones, afectan normalmente a personas de entre 10 y 40 años, y  sobre todo las mujeres son más propensas a padecerlas. Suelen tener una forma redondeada y un aspecto blanquecino o amarillento con un borde enrojecido, y además la zona suele presentar un picor o ardor previo. Son lesiones sin complicaciones y la herida normalmente suele desaparecer por sí sola. Se diferencian de lo popularmente conocido como herpes labial o calentura, ya que éste se transmite por contacto y suele aparecer fuera de la boca.

Además de las causas más comunes que hemos mencionado anteriormente, las aftas bucales pueden estar condicionadas también a factores hereditarios, problemas en el sistema inmunológico, infecciones virales, desequilibrios hormonales, intolerancias y alergias o también a agresiones mecánicas, como morderse durante la ingesta de alimentos o rasguños por alguna pieza en mal estado.

Debido a tratarse de una lesión leve en muchas ocasiones no requiere tratamiento. Pero si la inflamación o el dolor son muy intensos, se puede recurrir a anestésicos locales, enjuagues orales o antiinflamatorios tópicos. Y además es importante evitar comidas muy calientes, ácidas o cítricas.

Las aftas bucales suelen desaparecer en 7 u 8 días pero si la herida tiene una mayor duración o se repite con demasiada frecuencia, lo importante será acudir a su médico para que estudie la lesión. Y sobre todo, intentar prevenirlas a base de una alimentación equilibrada, evitar situaciones de ansiedad o estrés y mantener una adecuada higiene y salud dental.