Cuando estás bajo un tratamiento de ortodoncia es fundamental que modifiques tus hábitos higiénicos y que adaptes tu alimentación a los brackets, pues existen multitud de alimentos que pueden dañarlos y perjudicar su estado y por tanto la efectividad de los mismos. Es importante por ello, que prestes atención a esta lista de alimentos que debes incorporar o eliminar de tu dieta habitual mientras dure el tratamiento de ortodoncia.
- Las frutas y verduras deben formar parte de tu dieta habitual siempre y cuando adaptes su consumo al tratamiento. Frutas duras como la manzana o la pera deben consumirse en trozos pequeños, para que sean fáciles de masticar y no perjudiquen los brackets. Evita alimentos ácidos como el limón o el pomelo ya que pueden dañar el esmalte dental. Lo mismo ocurre con las verduras. Intenta cocerlas siempre y si prefieres vegetales crudos como las zanahorias, siempre en trozos pequeños.
- Evita alimentos como el pan, opta por el pan de molde, o los frutos secos pues la dureza de los mismos daña el estado del tratamiento. Además, éstos últimos suelen engancharse y fracturar algún bracket. También reduce el consumo de semillas o cereales cuya eliminación de la boca puede ser costosa.
- Opta por los pescados pues son alimentos blandos que van a favorecer mucho el estado del tratamiento. Debes evitar consumir embutidos duros como fuet y carnes difíciles de masticar. Escoge carne tierna y magra sin hueso.
- Evita alimentos como los quesos curados por su dureza y los que son tipo ‘brie’ pues se pegan mucho a los aparatos.
- Los dulces y derivados están prohibidos. Por un lado, no son recomendables para la salud dental por el azúcar que contienen, y por otro lado, suelen ser pegajosos, se quedan pegados a los brackets y su eliminación es muy costosa. Evita caramelos, golosinas o productos como las palomitas.
Además de eliminar o incorporar estos alimentos a tu dieta diaria cuando estás realizando un tratamiento de ortodoncia es fundamental que sigas una rutina de higiene más que saludable. Cepillarte los dientes tres veces al día, junto al uso del hilo dental y los cepillos interproximales, es casi una obligación que sin duda favorecerá la efectividad del tratamiento y el resultado estético final.