¿Por qué se agrietan los dientes?

¿Por qué se agrietan los dientes?

Los dientes pueden agrietarse, facturarse o astillarse debido a diversos factores. Puede ser causa de una colisión o un golpe en la dentadura por algún accidente o también puede deberse a diferentes hábitos que las personas adquieren, como por ejemplo el hecho de masticar de forma excesiva o masticar elementos duros, como bolígrafos o trozos de hielo. Este hábito, que normalmente cuesta eliminar, se mantiene en el tiempo y provoca la aparición de grietas al existir una fuerza o presión constante sobre las piezas dentales.

Otro de los motivos que puede provocar que los dientes se rompan es el bruxismo, un problema que muchas personas padecen y que normalmente realizan de forma inconsciente al dormir. Los dientes se van agrietando al apretarlos o rechinarlos en exceso. Incluso factores como el estrés o una tensión constante pueden provocar que se ejerza una presión excesiva en la dentadura y vaya apareciendo lentamente una grieta. Estas fracturas no sólo son un problema a nivel estético sino que además pueden llegar a provocar dolor o una sensación de quemazón en la pieza, tanto en el esmalte como en la dentina.

Estas grietas o pequeñas fracturas que pueden ir surgiendo deben ser revisadas y controladas por un profesional para no derivar en un problema más grave. Para tratarlas se puede optar por diversas soluciones:

  • Carillas de porcelana que recubren la pieza de forma parcial para así mejorar tanto la estética como la salud de la dentadura. Evitaría que el problema se agravara y pudiera derivar en una pérdida del diente.
  • Recubrir la pieza con una corona dental para aquellos casos donde el daño es mayor. De esta forma, se restaura totalmente el diente dañado mejorando su forma, alineación y aspecto.
  • En función del estado de la grieta o fractura, si ésta no es muy grave, puede optarse por no hacer nada pero sí ir controlando el diente de forma regular.

Conseguir que una pequeña grieta no derive en una fractura depende de cada caso y paciente en particular, pero sin duda, llevar una buena alimentación y optar por un control periódico de las piezas por parte de un profesional puede llegar a solucionar en gran medida el problema.